ASHKAN SANEI
Irán, 1984
La estética de Ashkan Sanei se basa en la destrucción y la repetición. A la hora de trabajar, sin embargo, oscila entre la creación y la destrucción como un péndulo. Cree que el dibujo, como medio impoluto, mantiene la mínima distancia con la mente del artista y le brinda la oportunidad de experimentar en el momento. Su elección del medio es el papel y los trazos que deja representan la memoria y la reminiscencia más que un objeto concreto.
La poesía y la geometría le inspiran y le acercan a las tradiciones visuales y a la cultura literaria de Irán. En sus obras reescribe esencialmente lo que ya se ha dicho y hecho cientos de veces en su propio lenguaje contemporáneo.