ALFONSO ALBACETE
Málaga, 1950
En una visita al castillo samurái de Himeji en Japón, a Alfonso Albacete le llamó poderosamente la atención la forma de las troneras —los orificios del muro para vigilar o disparar al enemigo— que consistían en una línea de figuras alternando triángulos, círculos y cuadrados como en una serie geométrica: “Esto me recordó inmediatamente a aquella propuesta de Cézanne según la cual la naturaleza podría verse como un conjunto de conos, cilindros y esferas y que su proyección sobre un plano en forma de triángulos, cuadrados y círculos era idóneo para representar cualquier modelo existente”.
De este viaje nace “Zénzanne”, un proyecto realizado por Ogami Press en estrecha colaboración con el artista. Partiendo de estas tres formas simples, Albacete construye una investigación sobre la luz y el paisaje en la que se puede observar cómo el color y la forma modifican la perspectiva. Las distintas variedades de técnicas gráficas empleadas se despliegan en una serie de piezas que son a la vez seriadas y únicas. El resultado es un conjunto abierto de 36 obras únicas realizadas con aguafuerte sobre cobre, xilografía, serigrafía y monotipo sobre papel.