JOSÉ MANUEL BALLESTER
España, 1960
GALERÍA DANIEL CUEVAS
Desde sus inicios, Ballester ha mostrado interés por dos elementos fundamentales que ha venido representando en su obra – pictórica y fotográfica – hasta la actualidad: los entornos urbanos y los paisajes naturales.
Los espacios urbanos, arquitecturas interiores, edificaciones en construcción, son una metáfora del constante cambio en el que está inmersa nuestra sociedad. En muchos casos, son lugares en plena construcción donde se excluye, o sólo se percibe, la presencia humana. Puertas, ventanas, escaleras nos ponen en contacto con el exterior a modo de tránsito, de camino a recorrer sin conocer el lugar al que vamos a llegar. Los pocos seres humanos que aparecen en sus obras se muestran como fuera de lugar, son como intrusos que únicamente pueden ser espectadores de la belleza arquitectónica que se presenta ante ellos.
La Naturaleza es otro de los referentes temáticos de Ballester. Se presenta ante los paisajes naturales para llamar nuestra atención sobre la relación con el medio ambiente, provocando un reencuentro con la naturaleza. En sus propias palabras “el hombre ha domesticado la naturaleza. Ahora tiene una responsabilidad sobre ese jardín que ha creado”.