TEO GONZÁLEZ
Quinto, Zaragoza, 1964
Presentado por LA CASA AMARILLA
Consciente de la seducción que acompaña a la retórica de la velocidad como promesa que nos libera de lo efímero de nuestra existencia, al decir de Mark Dery, Teo González comparte con Donna Haraway la urgencia por sentir la fragilidad de la vida y el paso del tiempo. De tal modo que la tensión que acompaña a estas cuestiones, fundamentales en nuestra experiencia individual y cotidiana, la expresa en el tratamiento «postminimal» de sus obras, resueltas en sutiles tramas cuadriculadas, de ritmos simultáneos y repetitivos, que ocupan la totalidad de la superficie. El conflicto suscitado entre la configuración regular de la red elástica y la presencia impredecible por azarosa de las minúsculos gestos ogotas que ocupan las pequeñas celdillas, provoca una singular vibración óptica que altera la posibilidad de una visión única. El trabajo metódico de la acción queda determinado por el pulso del artista y las circunstancias del proceso que discurre en tiempo real e irrepetible.